jueves, 22 de julio de 2010

Los manuscritos de Kafka


Como el mayor de los sarcasmos, los manuscritos de Kafka, que habían permanecido ocultos, hoy son razón de disputa entre Alemania e Israel, por hacerse con el legado del inmortal escritor. Nos preguntamos qué pensaría la Biblioteca Nacional de Israel antes de desencadenar este proceso, cómo se prepararon para iniciar una lucha que, evidentemente, tomaría revuelo mundial. Y no sólo esto, también han demandado al Museo Alemán de Literatura Moderna, la entrega del manuscrito original de El Proceso, pues, éste habría adquirido mediante la compra el tesoro de este escritor Checo-Judio, en términos de Meir Heller, abogado de la biblioteca.

De cualquier manera, los manuscritos de Kafka fueron retirados de seis bancos de Tel Aviv y uno de Zurich, archivos de máxima seguridad donde se encuentran probablemente cartas, finales de obras, aspectos sobre la vida privada del escritor y su amante Dora Diamont, entre otras cosas de valor universal. Pero aún quedan algunas cajas sin abrir, pues las llaves se encuentran en el poder de dos ancianas, de quienes se piensa podrían ya haber vendido parte de este patrimonio.

El pobre Kafka, dedicado a narrar con la frialdad más absoluta la absurdidad del mundo moderno, lleno de funcionarios y burocracia calidoscópica, a ochenta años de su muerte, vuelve a demostrarnos, irónicamente, que las cosas no han cambiado mucho desde entonces. 

Hoffe y Brod

Antes de su muerte, los manuscritos de Kafka, habían sido confiados por el propio escritor a su  editor y amigo Max Brod, a quien ordenó su destrucción. Naturalmente, Brod, salvó las obras y las llevó  consigo cuando huyó con su mujer por la ocupación de los nazi en Checoslovaquia. Hasta el día de su muerte seguía contando con los archivos secretos, los cuales decidió dejar a manos de su secretaria Esther Hoffe para ser conservados. 

Hoy, Eva y Ruthi, las dos hijas ancianas de Esther, están obligadas a entregar las llaves del archivo faltante. Eva, quizás haya utilizado los temas que pudo haber leído en los archivos, para escribir sus propios libros sobre la vida personal del escritor. En 1993 dijo que si esos archivos salieran a la luz "revelarían algo terrible". 

Y a Kafka ¿de qué se le acusa?


Más sobre el pleito: Publico, El Nuevo Herald, EFE, etc.


Pobre Kafka...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Salvatore, eres un tio grande! A ver si un dia de estos podemos debatir largo y tendido sobre la obras de Kafka ;) Gerard

Smaldera dijo...

Gracias por leer, Gerard! Kafka nos lo agradecerá jeje